El procedimiento a seguir esta basado en los acuerdos extrajudiciales que se puedan alcanzar con los acreedores y en el beneficio de exoneración de las deudas (BEPI). Para acreditar el intento de acuedo extrajudicial con los acreedores, se inicia el expediente ante un Notario, quien procederá a la designación de un medidador concursal. Se procederá a convocar a los acreedores a una Junta, previo envio de una propuesta del plan de pagos, a fin de alcanzar un acuerdo. Este proceso tiene una duración máxima de dos meses, transcurridos los cuales se cierra el mismo, y en caso de no llegar a un acuerdo, se inicia la fase de concurso consecutivo. El concurso consecutivo se presenta ante el Juez de Primera Instancia del domicilio del deudor, y es donde el Juez puede llegar a exonerar de hasta el 100% de la deuda, si se cumplen estos requisitos, salvo las deudas contraídas con Hacienda Pública y Seguridad Social. En el caso de las deudas hipotecarias, quedan fuera de esta Ley, pero sí que se aplica a las mismas este proceso llegando a paralizar las ejecuciones que estuvieran en curso contra el deudor. Sin el mecanismo de la Segunda Oportunidad, ante un proceso de ejecución hipotecaria, una vez subastado el inmueble, si no se cubre la deuda con la entidad Bancaria, ésta conserva aun el derecho a reclamar la cantidad restante. Con el mecanismo de la Segunda Oportunidad, el 100% de la deuda es cancelable a través de una dación en pago, es decir, entregando la vivienda al banco qudando cancelada toda la deuda hipotecaria.